He creado otro breve relato.......
Siempre tuve como sueño viajar… y conocer lugares totalmente desconocidos… dejar mi hogar y vivir la vida como alguien sin rumbo…
Cuando por fin cumplí los 18 me emprendí en un viaje por el mundo que no conocía…, quise ampliar todos mis horizontes, y empecé tomando buses…, hacia culturas desconocidas, mi meta era llegar hasta los magníficos cimientos del Taj Mahal en la India.
Mi viaje empezó cruzando los azules mares… sintiendo como la brisa se pegaba a mi cuerpo, una increíble sensación. Luego de bajar en aquel pequeño puerto me vi en un tumulto de gente desconocida y ajetreada, yo seguí mi camino y me empeñe en ver las maravillas que me ofrecía este lugar… Caminando por los pasajes de una oscura feria, me hacía paso para buscar la comida, cuando unos bellos ojos me llamaron a lo lejos…, unos ojos profundos y brillantes como el lapislázuli, una mujer de belleza incomparable, mi corazón me dijo que la siguiera y yo me dispuse a perseguir a esa sirena que con sus ojos me había hechizado. Corrí y corrí persiguiendo su rostro medio tapado, y su cabello largo y ondulado que en el aire dejaba su rastro en el viento, desesperado por ver su rostro sin darme cuenta me encontraba en un lugar desconocido…, era simplemente hermoso…, de estructura antigua, como un oasis en aquel desierto, que por cierto era hogar de los viajeros. Me sentí atraído hacia su arquitectura rara y exquisita, que me adentre en los caminos de aquella ciudad perdida de la vista de los demás, y me perdí entre esas casas como si contarán la historia de su caída, mientras viajaba por las calles un pequeño niño se me acerco sonriendo mientras apuntaba hacia una misteriosa casa al final de un callejón, me acerque algo tímido pero curioso, cruce una puerta que solo tenía un telar colgando…, al entrar me encontré a una mujer hermosa, lo medite por segundos y era aquella mujer que me había guiado hacia la ciudad en la que me encontraba.
Cuando la mujer me miro, sentí fuego dentro de mí, y un miedo, como si pudiera ver todo por esos ojos azules mar… Se me acerco y me rodeó, mientras susurraba palabras en un idioma desconocido… Tímidamente le pregunte ¿Quién era?, ella me escuchó y de un momento a otro empezó a hablar en mi idioma, dijo que era mi guía para encontrar lo que realmente buscaba, me sorprendió, pero insistí y le pregunte cuál era mi real propósito…, cuando escuchó las palabras que dije esbozó una sonrisa con sus ojos y desapareció en un pequeño y delgado remolino de arena. Quedé desconcertado y salí lentamente de la ciudad, cuando iba saliendo volteé a verla por última vez… y al igual que la mujer yo sonreí y continué con mi camino.
Al volver al barco me senté frente al mar a meditar sobre mi extraño encuentro con esa mujer, y sin darme cuenta caí en un profundo sueño…
“Ven… ven…” “no temas, te guiaré…”
Desperté entre saltos por la bocina del barco, y me dispuse a desembarcar. Quería sentarme bajo una melodía cantada por la naturaleza y conocer las culturas que me ofrecía este paraíso pasajero.
Devuelta al barco recordé que en la siguiente parada llegaba a mi destino…, y entre recuerdos recordé a esa mujer hermosamente misteriosa…, cuyos ojos quedaron grabados en mi mente, no la volví a ver, lo que me pareció extraño ya que dijo ser mi guía…, por el momento decidí olvidar aquel incidente.
Cuando caminaba rumbo a mi destino el Taj Mahal, que a lo lejos del camino veía su magnífica estructura… Me pareció ver un rostro con ojos profundos y un cabello ondulado…, mi corazón nuevamente salto a perseguirla y yo corrí, alejándome de mi meta, pero en ese momento no importaba nada, mi corazón quería seguirla y yo obedecí como si mi vida dependiera de ello. Al ver que la mujer paraba, paré mi paso, y la esperé para que hablara…
“Viajero que has recorrido lugares tenebrosos, hermosos y desconocidos, a ti te traigo la recompensa de llegar al final de tu recorrido…,”
Lentamente la mujer con sus ojos fijos en mí, se quito su velo del rostro y dijo-
“¿qué tesoros quieres para tu logro?”-
Pensé lo que dijo… imagine montañas de oro con joyas…, pero mi mente codiciaba otra cosa.
“no he venido por algo material, desde el momento en que nuestros ojos en aquel callejón lleno de gente se cruzaron, mi corazón supo lo que quería…. Y eres tú la que ha robado mis metas, la que se ha llevado mis pensamientos, pido que pasemos juntos nuestros días.”
Me miró, pero no estaba sorprendida, entonces dijo-
“Como recompensa…. Cumpliré y felizmente pasaré mis días a tu lado.”
Mi viaje era conocer el Taj Mahal, pero conocerlo no se comparo a las experiencias de todas esas culturas, y toda esa gente que me acogió como a cualquier viajero en busca de su camino personal.
